JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Sitio oficial del escritor argentino
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Entonces desperté y quise hacerte una mañana verde
y dorada de poesía
Entonces desperté y quise hacerte una mañana verde y dorada de poesía
AGREGADO A TI
Nunca tanto sentí como este día
Mi soledad y mísero abandono
Y lamentable desamor... ¿Podría
En edad borrascosa
Sin amor ser feliz? ¡Oh! ¡si una hermosa
Mi cariño fijase,
Y de este abismo al borde turbulento
Mi vago pensamiento
Y ardiente admiración acompañase!
¡Cómo gozara, viéndola cubrirse
De leve palidez, y ser más bella
En su dulce terror, y sonreírse
Al sostenerla mis amantes brazos...
Delirios de virtud... ¡Ay! ¡Desterrado
Sin patria, sin amores,
Sólo miro ante mí llanto y dolores!
JOSÉ MARÍA HEREDIA
1.
estaba encerrado en las paredes de mí mismo
ya en la lengua hecho saliva el sabor de la ceguera
sin saber desde dónde se fue la última luz ya olvidada
y soñé que alguien entraba y me despertaste con la puertase aturdieron mis manos al tocarte
y tu voz me encandiló y me asusté de creer en tu existencia
y tuve miedo de ser muda baldosa en el oído de tus pasos
o que estuviera en mí la impotencia de una campana sin mano en su cadena.Por eso me gusta desnudarte poco a poco de las sombras
y comprobar mi despertar no soñado
y el cadáver de tu ausencia.
2.
Tal vez porque al morderte los ojos sangras savia
y aletea la imagen en el agua enolecida
porque las alas de tus manos intentan mariposas
y el caracol de tu oreja se traga las tormentas
porque hay pianos en tu boca de incal-
culable música
porque en tu ojo intermitente
giran molinos de sombra
porque tus puertas murecidas ya no serán abiertas
y tus ventanas ciegas
son desconocidas tumbas
porque el rictus del relámpago
te enseñó a morir espantos
y el tic de las estrellas es un latido
de párpado
porque no resuelves sombras sin las velas
y tu boca es ola o pájaro
que tirita hacia una orilla y nada o
rema
porque supones Dios y clausuras ídolos
y porque al final de todo
mueres como el pez, de una pregunta
tal vez porque no sepa qué decir de ti
y tú seas sólo tú porque te pareces a una imagen
pero más que todo amiga mía,
porque un silencio basta para dos silencios
y con una sola soledad somos dos solos
me paro frente al ídolo que nombras
y te nombro tú porque tú ocupas mi costado.y porque tuviste principio y compartimos
el idioma que
inventamos
ÉSTA ES UNA NAVE AL SILENCIO
3.
Tú estabas con tu madera perfumada de música.
como un violín ebrio de embriones.
(como una veleta de música.)
Tú estabas así, con tu cara de fruta,
sangrando el alma por los ojos,
como una hemorragia de silencio.
Y tus ojos gritaban,
tu grito como un mástil en un puerto solo,
que apretaba el cuello de mi alma
estrangulándola.
Y te fuiste, sin dejar de proferir silencio por los ojos.
(tus ojos se parecen a los de una estatua, con
una última mirada perpetuada, porque
sólo pueden mirar de una manera, como un diapasón).
Tú estabas allí, como una talla
que se ablanda con la idea,
como una talla en fruta,
tierna y frágil,
toda mano,
toda muelle
toda sótano oscuro y desolado.
Yo no podía dejarte ir:
y te retuve,
y sigues aquí con tu cara de fruta,
con esa misma cara de miga de fruta,
continúas, en ese mismo instante,
en el instante que es ahora,
estática y tallada,
diapasón y silencio,
con la intersección de tu vida con el tiempo.
con ese solo gesto sin imagen.
Y te retuve,
y tengo en mis manos tu cara de fruta,
en las manos de mi alma,
y en los ojos de mi alma.
Y te retuve, hondamente,
pero marchaste,
porque sólo quedé con esa imagen.(Toma mi recuerdo como una vela,
quedará guardando el altar de tu imagen,
como un rito diario.) no te olvidé.
Mar del Plata, 1971
A Marta y Ana
4.
Tú emites mi silencio.
Tú profieres este alarido de silencio
Tú callas.
(Ya no sé dónde quedan las
ventanas,... hace tanto tiempo
que es de noche... hace tanto
que no llaman a la puerta...)
¿es que ya no hay pájaros ni sol?
hace tanto que no
vienes a avisarme dónde
está la piel del silencio,
que me siento mezclado
con él, y no sé dónde termino
ni dónde empieza mi soledad,
como si yo, vuelto silencio
también
fuese una isla de agua,
un náufrago de agua,
brutalmente de agua,
que nadie puede salvar.
Tú profieres esta oscuridad
Tú callas, tú faltas,
tú no llegas,
tú te diluyes, como el humo,
como una palabra sólo sospechada,
te quedas, como un atroz frío
de ceniza contra los recuerdos,
contra mi alma que ya
no se parece a nada,
porque ya hasta te equivoco
con una imagen llena de cosas
viejas
Elena de mí,
que he quedado detenido,
allá,
desde donde tú profieres
mi silencio
como una luna negra o
quemada
tú profieres esa luz
donde no puedo ver las caras
de las palabras
y tu nombre, sido muchas más veces
que tú, que ya te ha dejado atrás
sirve como una luz ronca,
para acrecentar las
sombras de mi silencio.
5.
...Y seremos aún vaciados tantos ciegos. ...
qué puedo dolerte
el andén sin vigilia de tu vena
una lejanía que me alcance
un silencio que viva mis palabras.
tantas soledades te esperas en la gente
tu costado es alguien siempre
alguna vez alguna parte
qué puede morirte mi ciego
acortado por la gente.
Ni siquiera mi pobreza de pensar
que acorto un ciego.
qué puede vivirte mi ciego iluminado
qué pueden vivirte mis manos sin raíces
6.
¿Recuerdas un poco todas mis cosas?
el quehacer de los dedos en tu sangre de miga
como la lluvia minuciosa en algún techo?
El atareado rumor de nuestras sienes
y la roja y redonda labor en que se afanaba el pecho.
Recuerdas cómo nos andábamos
de pie en el quicio de la historia
como un pasillo hundido hacia el
alguna vez o el nunca?
Recuerdas nuestras veces
abriéndose paso entre el fragor de la gente
y la ciudad hostil y el acecho circular
de las esquinas?
Y aquellas tardes en que nos atábamos
a los extremos de la lejanía
y rompíamos a correr sobre nuestras
espaldas hasta asestarnos el hambre
duplicado de los ojos que callaban y que no.
Recuerdas cómo nos echábamos las
manos para enjuagar algún olvido
en el pelo infinito.
Yo todo lo recuerdo
y la cadena de tu espalda como tu garganta
y el rumor que levantaba el musgo
arrinconado en tu ciénaga nunca.
Y los pájaros celestes de tu olor frutal
suelto o volado como un himno
de barriletes y de trigo sudado en la cosecha.
Todo lo recuerdo
hasta cuando no te quería
y me afanaba por treparte la sangre
hasta la luna en mediodía de la frente
para empujarte el insomnio
que tal vez logré y no supe
Y recuerdo que te quería en verdad
que te quería
ah! azul garza de trigo y fruta
donde perdí los dedos
que te quería y te recuerdo
y que te habré querido mañana.
7.
Con tu sola vez hice un recuerdo
han bastado tus primeras cosas,
ahora amor mío,
de aquella última vez, primera.
8.
En las aristas de un grito
los pájaros feroces de la noche han
hecho un nido.
9.
Anoche mis manos, garabatearon
pájaros inválidos,
—como tanta lluvia caída sin testigo—
no sabrás que lloré.
10.
la luna, un púlpito de pan.
11.
Un día me creció de la garganta
un potro azulcon ala de corazón
rompió mi canto sin luna contra tu roca sin pájaro
Del vientre sin raíz,
inaugurado Dios,
una vertiente de canto
esgrimió tu nombre: tú,
y aprendí la sola manera de mi mano.Ahora, ya no para cantarte,
desde aquí,
porque éste
es un costado de tu lejanía
Me arranco el pasillo de mi cuello
que ya no es altar.
Perdona...Pero ya no.
12.
A ALICIA ROSELLAcudido de historia rostros. Asisto a mi sonrisa que toca campanas
como el mar late la roca. Me visto el estar por la mañana
me pongo las palabras en la boca. Y dibujo en algún muro una
ventana.
me cargo de silencios
para tener esperas en los muelles
(como buscar un nunca entre los dedos
por —existir despertar— a cada mano que me viene)
intento una llave con un verso. un cerrojo me muere
a cada barco lejos
que mis puertos ciegos reconocen
un cerrojo no me asiste y muero
en cada mano en cada donde
asiste la razón de un puerto
y el nunca hace un hito su semirrecta doble
tiene sentido una vigilia
se cierra una espera
la nada desiste su historia vacía
desisto un
reconozco y digo siempreéste y todo decir
pequeño pájaro de madera
violín
paloma violín de nieve que rema
13.
Madurez poética es una frase estúpida.JOSÉ LEZAMA LIMA
Cuando no sé qué decir
LA HIEDRA NÓMADA DE TU SANGRE
Leva anclas la tarde sin mañana
un barco de sol que se desnuca
Y en la turbia profecía de esta noche
echa amarras un silencio casi amigoYo lo busco. cuando llega el canto
me sube como un tallo a la gargantay poder en el oasis una ciénaga
14.
Donde mis monstruos son dulces
Donde mis asesinos arrullan niños de naranja
Donde mis zaguanes tienen pordioseros
redondos en el frío de los perros
donde mis túneles son venas
con sangre de sol
Donde juegan tus gorriones de pan con mis arañas
cuando no tienes estupor de la ingenuidad de
tus manos
Donde el verso se diluye como las alas
sin buscarse palabras para existir testimonios
donde subo mi beso de hiedra por tu espiga
Donde enjuago mis guerras en tu pelo caliente
Donde lavo mi espalda con tu frente
Donde pierdo el nunca lateral que me persigue
Donde abres una puerta que no tiene después
Donde un grito de sol nos entra por los dientes
como el pájaro asistido de infinito en un instante
donde nos acudimos al miedo de no haber sido
con barcos en la boca y tu beso de gaviota
donde no invade el silencio por las manos
volcando palabras que no buscan campanarios
donde tu savia marea un campanario
en las alas que te ocupan la garganta
donde seas
si mi distancia rompe la soledad
como los marineros que tienen un ancho
ciego azul cuando piensan en los muelles
Donde se te vuelque el tiempo que no fuimos
o la eternidad sorprenda un nido
Donde siempre o donde nunca
Donde te alargues mi olvido
y mis golondrinas te mueran
este racimo de palabras con olor a tus mariposas
este candado que me entras
este recodo que me doblas te hará silencio
como una golondrina que pasó el invierno
donde tus campanas tiemblan
palabras sin adentro.
15.
TU CIUDAD DE PIEDRAEs la hora en que el día ya no deja lugar a la
esperanza.
¡Qué lento y sonoro vacío ahueca el silencio
desde la garganta al alma!
Los ojos son largos pájaros sucios, barcos sin
vigilia a la distancia.
La mano hace raíz en la ausencia desolada
y un lejano rito de tristeza hace flor vencida
en la garganta.
Sí, cuando el canto viene, con fragor de vino
doblega una mordaza
y desclava una misa guardada tras la cara
y arrasa cementerios de silencio sin plegaria
por volver fuente una ciénaga y muro una ventana.Pero amiga, tú ya sabes erigir altares,
te sacudes la sombra que te moja cuando cae
la media asta del corazón. Por eso no cantes.
Tu telar de silencio no despida naves
tu ciudad de piedra no recobre calles
y la escollera lateral que hay en tu sangre
aunque arrecie el olvido, nunca tacha imágenes.
Yo quiero que en las noches sin remo y sin velamen
cuando un grito acalambrado encalle
su tallo inútil en tu campana sin lenguaje
baje tu soledad a la mano guardada desde el día
a recoger amiga la canción tendida
y el vaso azul sin pan ni profecía
te acerque mi sed tal vez de sólo esquina
para acompañar en silencio tu melancolía
Por eso esta noche derrotada la vigilia
mi páramo de sombras, mi cotidiana sequía
te tiende mi mano de cacto, agreste sobrevida,
para ayudar tu naufragio con mi isla
16.
¿Así que escritora? Qué lástima, pensé que era una buena persona.AUGUSTO ROA BASTOS
Apoya el sueño en un almanaque
y mira por la ventana todo el
día.
17.
TU SANGRE MÚLTIPLE COMO EL HELECHOlíquida madera. los hombres que te flotan
en los ojos como vestigios de lejanos náufragos
18.
Nos tanteábamos como ciegos recelosos
Los tibios países de trapo y de durazno
y las manos avisaban nuestros
territorios
como tildando el lugar donde éramos
19.
Quise hacer para ti la poesía
como una casa de oro
para que vieran tus manos
como yo las pusiera
y tus ojos fueran cerrojos
para escrutar
el otro lado de las ventanas infranquea-
bles.
Pero tus manos fueron de palo
y tus ojos embalsamados
miraban rígidamente el interno
infinito que guardaban
Y vencido, me quedé dormido
con tu imagen ya casi equivocada.
Y soñé que descalzos
corríamos silvestres de la mano
sin hollarnos las espinas y las piedras
Y tenías el olor de mariposas
y tu pelo el ruido de las flores
sin jardín
y yo untaba la ternura de
las manos en tu pelo blando
Y tú corrías lacia como una gaviota o una garza
con tus manos de torcaza y de durazno
tan sólo parecidas a tus manos
y tus ojos como sólo pueden ser tus ojos,
como,... como tus ojos
tal vez con un poco de cielo y de reloj pequeño
con algo de cebolla con el filo al medio
o de charco latiendo por la piedra sorpresiva.
Entonces desperté y quise
hacerte una mañana verde y dorada
de poesía,
y te dije revoloteando como las mariposas
que tiemblan como las hojas lerdas.
Pero volabas epiléptica de mariposa
y la mañana falsa de farol y de
espejismo no tenía tu mañana
Entonces ya no volví a querer juntarte
la poesía.
Y solemos andar sin recogerla
muy cerca de la poesía aún no
acomodada, de las cosas simples
y callamos los dos a un silencio
como una manera
de poder aún el verso.
20.
Con el vientre valiente
donde el rincón más íntimo
es un techo lateral o una trinchera desollada
lacerado de algebraico ladrillaje
media res mural
y lepra improrrogable del acero
yace su resurrección sin derrota
ni embrión
tan sólo un pagano presagio de altura
un viscerado baldío
ronco de sólida sangre reseca
y rituales devastados
de espacios que ya no tienen medida.
21.
Amada mía
la tarde está amarilla y desteñida
pálida y raída
como los ojos previos a la muerte — casi abandona-
dos.
Anoche, la noche me estrangulaba,
y tú no estabas
porque otras veces duermo con una víspera en la mañana
pero anoche lloré.
Todo se prolonga lento,
sólo es diferente la hora de los otros
y el silencio verdadero más el mío, por las
noches.
He dejado el alma en un cepo indescifrable,
y suelo caminar solo algunas noches,
con la sombra acorralada por las luces
más agobiada y más harapo
con los pasos roncos de baldosas, pesados
y rastreros,
Todo te recuerda,
o acaso sea esta manera de las cosas
mientras yo escarbo tu recuerdo urgente
como el alcohol ritual.
A veces tu recuerdo y el silencio crecen
como un eco sucesivo
esta tarde el sol y las palomas buenas
ya me llegan al cuello.
Tienes algo de tarde postergada
en esta hora vacía de la tarde falsa.
Sí te amaba amada mía
y sólo queda
el fervor del sueño apretado como el ojo credo
y la piedad del niño o de las manos juntas
inocente o idiota como el quizás del rezo
de las tardes tristes y solas de recuerdo.
El sabor cotidiano y solo de los trenes
se adelgaza como un estrecho pasillo
perspectivo
Yo arrastro tu recuerdo
de palabra acobardada alguna tarde última
que quedó en el puño de la boca clausurada
como el miedo de descubrir la vanidad de un ruego
Los gorriones son iguales aquí en la soledad
y en tus mañanas
El rito de las tardes es un hábito del sol y no
una espera
Yo sé que la tristeza es un país transitorio
entre dos rostros y dos nombres
Pero ¡qué importa un nombre posterior a esta
tristeza de no tener tu rostro
sino para las tardes de gorriones iguales
y de recuerdo cada vez más olvido!
¡Qué importa un nombre que no sé decir
y que es sólo un hueco con tu voz hecha
silencio a mi costado!
Qué importa la libertad del olvido
conseguido si esta tarde tus veces
más intensas que otras veces de la
tristeza solitaria
me aprietan desde el último atrás
como la soledad de un
único atroz sobreviviente.
22.
la luna llena de tu corazón ya zarpa
viaje adentro de la sangre nómada
y el suburbio rincón adentro
de tu andén sin partida
Yo tengo la sangre ronca
y el canto acodado de mi garganta canta
donde tu tarde sea sola
donde le falte un rostro para tu tristeza
Yo no te quiero pero mi tarde te despideTodo se te parece esta tarde
gaviota azul
¿quién puede profanarte una tumba sin descanso
sin memoria
sin rostro
sin lápida
quién puede romperte una sombra de siglos
un túnel de canto sin garganta?
Yo quiero encenderte las manos, arrancarte
el agua de las piedras
y erigir una raíz en el pecho de tu tierra
para nombrar con una cruz tu cementerio.
Yo no voy a partirte tu verano
yo no quiero, dulce mía,
romper el adobe de tu rito
yo no quiero enarbolar en tu recodo
la lámpara que tú no logras sin palabras,
Pero eso sí, para clavarte un rumbo a tu extravío,
aunque te duelas porque yo te duela
voy a demoler sin profanar tus aras
y enseñarte mi rodilla sin plegaria
porque
LA LUNA, UN PÚLPITO DE PAN
23.Con la harina de tu voz yo hice el pan de
un cuerpo
24.
Tú fuiste un barco en el mar de mi mente
porque quedarás en mí como la estela de un barco
ya serás sólo la estrella de un día
Porque fuiste tanto como lo que he soñado
Aunque quiera borrarte olvidar no podría
Por eso no te olvido, ya que te he olvidado
te supe tan poco que fuiste sólo una idea
Y como la ilusión que has sido te seguiré guardando
como guarda aun borradas el mar las estelasPor eso no pude recordarte y te olvidé
porque para tenerte cerca el olvido bastaba
porque el recuerdo tendría
y olvidando queda lo que yo soñabaYo no conocía despierto aquel sueño
todo fue ilusión hasta que conocí
por eso yo vuelvo a soñar y me duermo
y olvido tan sólo que un día te vi.Ése será siempre mi olvido
25.
Están muertos los cementerios.
Como una ciudad al revés
donde pasan a buscarse los recuerdos
26.
tus ojos de estanques
y el musgo de los estanques de tus ojos
27.
Te pintaré los ojos cuando tú mueras,
te besaré la boca fría y seca
apretaré tus manos duras, de madera
y enjuagaré los dedos en tu pelo de cera
tenderé un silencio sobre tu piel de cala
morderé con mis manos, las tuyas pálidas
y apagaré la noche con alguna lámpara
para ver tus ojos como los pintabas.
Te pintaré los ojos, no lloraré, lo sabes,
pero si acaso alguna gota sobre tu muerte cae
¿Qué más dará llorar tristezas que no sabes,
si habrás muerto sola
sin mi verdad que ignoras?
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Poeta de Argentina
JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT
Libro 97 (1)
2010
Últimas Entradas
quién Soy
Premios Jämför y Hämtar
de la Orden de Onsladen de la Administración Pública de Suecia, 1996/97, Poesía.
Primer Premio Nacional de la Sociedad Argentina de Escritores,
Seccional Atlántica, 1997, Poesía.
Premio de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires,
1990, Narrativa
Primer Premio de Honor Leonístico Hispanoamericano
del Club de Leones de Buenos Aires, 1996, Poesía Más...